viernes, 27 de junio de 2014

Ganas de ti

Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien sin hacer absolutamente nada, pero he necesitado volver a la rutina para darme cuenta. Me encanta pasar las horas contigo sin hacer nada, simplemente acariciándote el pelo... ¿Dónde hay que firmar para otro finde sin salir de tu cama?

Normalmente opongo resistencia, huyo cuando las cosas se ponen algo serias. Contigo es distinto, y me gusta saber que eres un poco mío, porque quiero que lo seas. Me gusta que me pongas nerviosa, arreglarme para ti, esperarte en mi portal. Echarte de menos es de mis pasatiempos favoritos.

Estamos en ese momento en el que no podemos despegarnos. Nos miran, pero no nos importa. Tenemos sed el uno del otro, somos casi animales. Sé que ahora mismo no llegaríamos al dormitorio.


Match Point, 2005

miércoles, 25 de junio de 2014

Encuentros y desencuentros


Incluso los hombres sabios habitan en el engaño. No sé donde leí esta frase, pero se quedó grabada en mi retina. Todos nos hemos convencido de algo que sabíamos, era imposible. Le hemos buscado explicación convincente, engañándonos a nosotros mismos. No vemos las cosas como son, sino como somos nosotros. Nos dejamos llevar, incluso cuando todas las señales nos dicen que es imposible, que no puede ser. 

También hemos creído (erróneamente) que podíamos cambiar a alguien. Y caído dos veces (y tres, y cuatro) en el mismo error. A veces la vida te lleva por caminos que jamás te hubieras imaginado. Estás en un momento bueno, y en un día todo cambia. Pero esto también es la vida: la eterna montaña rusa. Y cuando parece que las cosas no pueden ir a peor, cuando te sientes al límite, ocurre. Puedes encontrarle en un pequeño bar de Malasaña, o en la Casa del Libro. O puede que os presente un amigo. A lo mejor pasa la primera noche. O tarda en pasar semanas. Da igual, cada historia es distinta, única, irrepetible. 



The Little Big Cafe, Fernández de los Ríos 61, Madrid


El amor siempre encuentra la forma. Aunque tenga que lidiar con miedos, inseguridades y resistencias. Nunca para. Es puro e inocente, como los niños. Desinteresado. Libre. Siempre se abre camino, como el río que baja desde la montaña mientras serpentea todo tipo de obstáculos. Como la vida, no se detiene nunca.

martes, 24 de junio de 2014

Pasear

Llevo unos meses sin parar... Sin tiempo para pasear por las calles de Madrid, una de las cosas que más me inspira. Sin prisa, sin rumbo, simplemente disfrutando del camino, y de mi cuerpo en contacto con el aire, que huele a viejo, a historia. Rincones imperfectos y perfectos, en los que, pese a conocer de memoria, sigo sintiéndome como alguien que visita el decorado de una película. Paseo mientras me cruzo con todo tipo de gente y me imagino hacia dónde irán y cómo serán sus vidas.

El día está gris. El sol se ha levantado tímido, pero las nubes filtran su luz. Aunque no podamos verlo, está ahí. Y brilla para nosotros.

Todos dejamos un poquito de nosotros en estas calles. Es una especie de intercambio, ellas me devuelven el favor en forma de inspiración. Llevo 25 años aquí y  no hay un día que no descubra algo nuevo, diferente, fresco. Ha sido un invierno duro, y te he tenido algo abandonada, pero te prometo que a partir de mañana voy a volver a perderme por tus calles, y dedicarme horas a contemplar tu tímida y ruidosa belleza.

Te recomiendo empezar por Alonso Martínez, Chueca o Tribunal... Quizá nos encontremos por ahí. 






lunes, 23 de junio de 2014

La primera vez

La excusa era ir a la piscina, pero ambos sabíamos que el bikini se quedaría en mi mochila. Por fin teníamos toda la tarde (y la noche) para nosotros solos. Y no queríamos a nadie más cerca en un radio de 2 km. Él. Yo. Y una cama por la que bailar sin parar, mientras la tarde da paso a la noche, que viene acompañada de tormenta... ¿Hay plan mejor que ése?


1998, Meet Joe Black?



Si, el momento del primer beso es importante: si no hay conexión en un primer beso... Mejor que no haya segundo. Pero la primera vez es fundamental. Necesito muchas cosas, algunas imprescindibles, otras no tanto. Pero necesito que bajo las sábanas exista esa conexión. Que lo hagamos una y otra vez, y que no nos importe el tiempo. Que paremos para comer, y acabemos haciéndolo en la cocina. Sentirme como una diosa, excitarme con un beso tuyo, que no tengamos tiempo de quitarnos la ropa...

Quizá algunos piensan que una primera vez desastrosa se puede arreglar, con confianza y práctica. Yo soy de las que creen que no. Los nervios son una cosa. El saber tocar, jugar y besar, otra. La compatibilidad, conexión, feeling o como quieras llamarlo no es algo que aparezca, que surja, que se trabaje. Simplemente se da o no. No hay que darle más vueltas.

Laura

viernes, 20 de junio de 2014

Desconocidos

Segovia es ideal para una escapada romántica.


Irse de viaje con un casi desconocido es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida. Tanto si la escapada sale bien como si no, es estimulante, intrigante, diferente a un viaje con alguien al que conoces.

Es una situación extrema, al menos mentalmente. 48 horas por delante en las que sólo estáis los dos. Literalmente puede ser un desastre... o uniros a ambos de una forma bestial. Son muchas horas juntos, lo que propicia confesiones que jamás hubiérais imaginado, descubres un montón de cosas de la otra persona, y en definitiva,  si es para ti o ha sido el primer y el último viaje con ella.

Un fin de semana entero con un casi desconocido puede equipararse a un intensivo de inglés o del teórico de conducir. Llegarás emocionado/a y para cuando acabe, tu acompañante te habrá visto hacer todas esas cosas anti-sexys que evitamos las chicas cuando acabamos de conocer a un tío: comer, la falta de higiene que a veces se da en los viajes improvisados, ni pizca de maquillaje e incluso puedes roncar... Lo dicho, la ocasión perfecta para saber si estáis hechos el uno para el otro.

jueves, 19 de junio de 2014

Desayunos

No podía soportarlo más, necesitaba escribir. Con una especie de mono en mi cuerpo me acosté anoche, con la libreta a mi lado. Estas cosas son así, al final se hace tarde y luego no hay quien me levante. Siempre igual, mendigando cinco minutos más al reloj, y maldiciendo al sol por salir tan pronto. Dame una tregua, prometo portarme bien hoy.

Desayunos desordenados, mientras me visto y me pinto la raya del ojo, y en los que sólo me siento para abrocharme las sandalias. Estás en mi cabeza, todo el rato, no sales de ella.

Sé que es difícil, el amor es cosa de dos. Que es complicado que dos personas se encuentren, y estén en el mismo punto. Que conforme pasa el tiempo nos volvemos más nuestros y más maniáticos, que la sociedad con sus pautas preestablecidas aboca a las relaciones al fracaso... 

Me deseas, y yo quiero tenerte. No podemos vernos sin tocarnos, sin rozarnos, sin besarnos. Despertarme con tus besos es lo que más me apetece ahora mismo. ¿Durará? Aún está por ver...


Madrid, Nuevos Ministerios

miércoles, 18 de junio de 2014

Las relaciones

¿De qué hablamos cuando hablamos? A veces de fútbol, otras de trabajo, quizá recordamos algo o alguien del pasado, o el tiempo nos sirve para hacer más llevadero el encuentro con un vecino en el ascensor. Pero hay un tema estrella: no importa la edad, sexo o condición de la persona. Ese tema son las relaciones. Y es nuestro favorito.

Creo que pasamos demasiado tiempo dándole vueltas a las cosas. El otro día una amiga me contaba el miedo que tenía a dar el primer paso, porque no estaba segura al cien por cien si era correspondida. Yo me reía, no de ella, porque se la veía angustiada. Me reía porque ese momento es irrepetible, porque si no te arriesgas no ganas, porque hay que pensar menos y actuar más. Y porque un no a veces, es lo mejor que te pueden decir.

No cambiaría nada si volviera atrás, porque mis errores me han llevado a donde estoy hoy. Son lecciones que tenía que cometer. Aunque quizá, en algunos momentos, me he dejado llevar por inseguridades, dejando escapar cosas que quizá merecían la pena. Ese no coger las oportunidades por miedo es algo en lo que deberíamos reflexionar.



En eso en que estás pensado, te estás convirtiendo.
Muhammad Ali

martes, 17 de junio de 2014

25





A las personas nos encanta mirar al pasado y hacer retrospectiva: solemos hacerlo cuando cumplimos años, y en mi caso ya toca. No me gusta tener expectativas, porque rara vez las cosas suceden como nosotros queremos, y eso es motivo de frustración. La vida es una aventura y cada día puede ser inolvidable si no dejamos pasar esas pequeñas cosas, si no nos ciegan esas metas a largo plazo.

Ha sido un año muy intenso, muy loco, muy rápido. Puedo decir que ha tenido de todo: decepciones, alegrías, momentos tristes, y algunos inesperados. Situaciones que jamás hubiera imaginado que viviría. Quizá algunas me venían demasiado grandes, pero así es la vida: tienes que vivir algunas cosas para darte cuenta y saber valorar otras.

Hace un año estaba en un momento de mi vida, y ahora estoy en otro: desde otra perspectiva quizá parezca que mi vida sigue igual, pero yo siento que todo ha cambiado, que no hay vuelta atrás, que la Laura de 2013 ya se ha ido y ha cumplido su parte: ha cerrado algunos capítulos y abierto otros. Porque la vida no se para, sucede así de rápido, y el presente se convierte en pasado mientras se escribe, o se dice, o se hace.

Gracias 24 años, habéis dejado el listón alto.



lunes, 16 de junio de 2014

Me acordé de ti

Me resisto a dejar de escribirte. No me doy cuenta de que no me perteneces, nunca lo has hecho, y nunca lo harás. Eres como las drogas, al principio sientes el subidón pero, al día siguiente, estás en la cama, sin fuerzas, deprimido y sin ganas de nada. Eres mi puta droga, y no quiero abandonarte.

Todos me dicen "Pertenece a tu pasado, ahí es donde debe estar. Déjalo ya" y quizá tienen razón. En ti veo la felicidad que sentí en el pasado, los buenos tiempos, que no van a volver. Mis preciosos 18 años. En el fondo sé que te quiero porque no puedo tenerte. Y tú también lo sabes. Eres el trofeo, y yo la niña que llora por no poder tenerte. Desesperada por un mínimo gesto tuyo. Irónico. Triste. Duro, como la putada de alguien a quien llamabas amigo.

Soy un zombie que vaga por las calles. Millones de personas en esta ciudad y yo me siento vacía y sola, como un cachorro que ha perdido a su madre. Nada parece conmoverme ni emocionarme ya. Las cosas materiales, el ocio, salir por ahí o incluso el sexo han pasado a segundo plano. Es como si todo sucediera a mi alrededor y yo no fuera más que un simple espectador. Necesito a alguien como tú, pero que sí quiera estar conmigo.



The Truman Show, 1998



"Todo y nada que explicar
¿Quién conoce de este cuento más de la mitad?"

Me acordé de ti, Fito y Fitipaldis

viernes, 13 de junio de 2014

Un día cualquiera

The Notebook, 2004


Ese día se levantó sin sueño, al alba, para disfrutar del espectáculo que ofrece el cielo por la mañana, antes de que los comerciantes abran sus tiendas, y los niños y sus padres llenen las calles con sus lamentos. Se puso sus pantalones de siempre, desgastados y descoloridos en algunas zonas, su camisa, limpia aunque arrugada (él nunca aprendió a planchar, y la muchacha que le ayudaba solía venir los viernes) y salió a la calle a desayunar en el Bar de Fran. Café solo y pan con tomate. Como siempre.

Pasear por las calles donde se crió es lo único que le queda. Allí vivió su infancia, su juventud, las charlas interminables con sus amigos del colegio (aquí estaba la Mercería de los Fernández, allí Ultramarinos Paco), su primera cita con ella. Lo recuerda como si fuera ayer: un helado en Los Alpes y un paseo al atardecer por el Templo de Debod, mientras hablaban de todas las cosas que querían hacer y que, como suele pasar, nunca hicieron.

Con ella vivió los mejores años de su vida, y aunque ya no está, su recuerdo le mantiene vivo, pues sabe, que cualquier día, irá a reunirse otra vez y para siempre con su amor, su reina. Ella

Dedicado a todos los que ya no están, pero ocupan una pequeña parte de nuestro corazón. 

Laura


jueves, 12 de junio de 2014

Tentación

Ocurre poquísimas veces, por eso es tan especial. Me recuerda a lo que sientes cuando el contacto con alguien te produce calambre. Es tan difícil la complicidad con alguien... No hace falta que conozcas mucho a la persona (¿Quién llega de verdad a conocer a alguien?), esa electricidad pasa al principio, o no pasa.

Puedes estar en un vagón de metro en el que no corre el aire: el sitio menos íntimo se convierte en el más privado. Estamos en nuestra propia realidad. Las cosas pasan como fotogramas de una película pero a nosotros nos da igual. El resto es sonido ambiente. Una distracción a la que no hacemos caso. En esta peli sólo estamos tú y yo. 

Algunos miran curiosos, otros, rabiosos por no estar viviendo lo que nosotros. La electricidad se palpa en el ambiente, todo me lleva a ti: tus manos, tus ojos, tus labios. Si me siento tan atraída por ti... ¿Cómo no voy a caer en la tentación?.



Pulp Fiction, 1994


miércoles, 11 de junio de 2014

Lunares

¿No te pasa que lo que de niño te avergonzaba, ahora es algo que adoras? Me refiero a, por ejemplo, tu pelo. O tus dientes separados. Quizá hace unos años odiaras tus caderas anchas, como yo, o tus orejas de soplillo, como mi amiga Esther. De pequeños queremos ser normales, no destacar entre los demás. No nos damos cuenta de que esas cosas que odiamos son nuestras señas de identidad, lo que nos hace especiales y, sí, sexys.

Me confieso enamorada de los "defectos". De las cicatrices en la cara, las pecas, los lunares, los hoyuelos y los ojos achinados. Nada me atrae más que una cara distinta, diferente, rara.

Recuerdo cuando iba al colegio y me escondía en el vestuario para cambiarme. No quería que las demás chicas vieran mis curvas. Sí, esas que ahora me gustan tanto. Tengo amigas con complejo de ser demasiado altas o bajas, de tener poco pecho, muslos gordos, labios finos... Y no lo digo porque sean mis amigas, pero todas ellas son bellas, valen mucho y son únicas. ¡Chic@s, basta ya de valorarnos tan poco!



El patito feo. Disney. 1939.

martes, 10 de junio de 2014

Este instante

La cafetería no es especialmente bonita, ni limpia, ni espaciosa. Las banquetas parecen llevar ahí mucho tiempo, al menos eso dicen sus manchas. Como si de una película se tratara los encargos cuelgan de la pared, en ese punto en el que la barra y la cocina se juntan, esa ventanita a lo desconocido. Precioso.





El ambiente huele a café y a huevos revueltos con beicon. De fondo, la radio, aunque apenas se distingue la canción por el ruido de la cafetera. El camarero, gordo y con dedos grasientos, usa su pañuelo de tela para limpiarse el sudor de la frente. Tiene pinta de llamarse Paco y llevar ahí el mismo tiempo que las banquetas, demasiado.

Algunos ancianos leen el periódico y hablan del partido de ayer mientras saborean lentamente una cerveza que, por su aspecto, está ya caliente. Un par de ejecutivos trajeados terminan rápidamente su café y se van antes de que el camarero les pueda decir adiós, aquí la tranquilidad se junta a veces con la impaciencia.

No corre el aire en esa mañana de julio, y el tiempo parece haberse detenido. En una mesa, al fondo, una pareja de jóvenes se ama con los ojos. Ella lleva vaqueros campana y camisa estampada anudada, dejando a la vista el ombligo. El pelo castaño, recogido en una coleta alta y desaliñada, le hacía parecer menor. La camisa de él, vaquera, con cuello beige y remangada deja entrever unos brazos fuertes y peludos. La delicadeza y lo salvaje. Nerviosos, sonriendo, susurrando, cogiéndose de las manos como si no hubiera más gente en el bar, ni en el mundo. Piensan en el futuro, en un futuro juntos.



lunes, 9 de junio de 2014

Pequeñas cosas


Tenemos planes de futuro: conocer a Cuba, hacer la mítica ruta 66, una casa en el campo con un pequeño huerto donde plantar tomates... Lo típico. Lo que no entiendo es por qué, en lugar de encaminar nuestros esfuerzos para lograr eso que ansiamos, nos perdemos en las cosas del día a día, esas que nos martirizan y nos hacen sentir culpables. Nos sentimos atrapados, sin acercarnos a donde queremos estar mañana, cayendo irremediablemente en la rutina.

La frustración llega cuando vemos que pasan los años y que, a grandes rasgos, nuestra vida sigue siendo la misma. ¡Ojo! No estoy diciendo que debamos conformarnos con lo que tenemos, eso sería renunciar a ser feliz. Dejar de soñar es como morir en vida. Las grandes cosas vienen de los grandes sueños. 


The Seven Year Itch, 1955


Creo que debemos, sin olvidarnos de esos sueños, construir nuestra felicidad con las pequeñas cosas. Este instante, imperfecto y único. Este bonito día, en esta bonita ciudad. Las empanadillas de atún y la tortilla de patatas. La piel de gallina al escuchar esa canción, un primer beso, y un segundo, y un tercero... Tendemos a querer acumular, en lugar de dejar libres a las personas y a los sentimientos, pues desconocemos que ese es el único camino para que vuelvan a nosotros. Alguien dijo una vez: Si amas a alguien, déjalo ir. Si regresa es tuyo. Si no, nunca lo fué

Laura


viernes, 6 de junio de 2014

Oasis



De mis playas favoritas, Somo, en Santander. 


Los que no tenemos playa en nuestra ciudad, buscamos desesperadamente un oasis de asfalto. El atardecer nos da una tregua, a falta de un rato para llegar a casa. Libro en mano, me propongo a encontrar un lugar donde poder desconectar del ruido de los coches... no es la playa, pero es mi oasis.

Agosto. Despertarse con el ruido de las gaviotas. El solo sale tímidamente entre finas nubes que desaparecen conforme pasan las horas. La marea está baja, y el aire corre, incitándote a bailar su peculiar danza. Encima del bikini, una camiseta blanca de la Escuela Cántabra de Surf, donde también compré un anillo y unas chanclas DC. El sonido de las olas me relaja hasta el punto de casi quedarme dormida en la toalla. Unos niños juegan con sus tablas en formato mini y sus risas acompañan a la marea, que viene, y va. Está y no está, como un amor platónico, ni contigo ni sin ti.

Se me había olvidado que estoy en la ciudad. Un coche toca el cláxon y me devuelve violentamente a mi realidad. Una marea de gente heterogénea espera a que el semáforo cambie de color, sus caras reflejan el paso del tiempo. La rutina mata, pero sin ella mueres. 

Laura

jueves, 5 de junio de 2014

Valiente

Up, Pixar, 2009



La incertidumbre es una parte fundamental de la vida. Es sano sentir alguna vez ese nudo en el estómago: sentimos, padecemos, estamos vivos. El miedo te salva de cometer determinadas imprudencias, ya sean más o menos peligrosas. Para sentir felicidad es necesario estar triste alguna vez, y para encontrar el equilibrio hay que asomarse al precipicio, sentir miedo, reconocerlo y plantarle cara. Sin abusar, al menos una vez al día.

Cuando llegan cambios solemos sentir ese miedo a lo nuevo, que a veces nos anula y hace que luego nos lamentemos y pensemos -¿Y si...?-. Esto también forma parte de la vida. Yo tengo una frase que me repito siempre que me encuentro en una situación así: Esta etapa tiene que acabar para que empiece otra mejor (por mucho miedo que nos dé).

A veces, simplemente tenemos que dejar de preocuparnos y creer que las cosas saldrán bien. Y bien no significa siempre como uno había planeado, sino como tienen que ser. Quizá lo que ahora nos parece una catástrofe con el tiempo lo veamos como una bendición. ¡Seamos valientes!

Laura


miércoles, 4 de junio de 2014

Feliz cumpleaños

¿Te acuerdas de aquel cumpleaños? Teníamos dieciséis, nos creíamos lo más. Saliendo por la noche, jugando a ser mayores, los primeros amores y las primeras decepciones.

Las miradas se clavan en nosotras al entrar en el pub, nos reímos, sabemos que todos nos miran y eso nos encanta. Unos chupitos gratis, un poco de charla con el camarero. Aún recuerdo las primeras salidas, las primeras confidencias. Esa rosa que me regalaste en unas fiestas de barrio y que aún conservo, junto con fotos, cartas y demás reliquias

Este cumpleaños no te he podido felicitar en persona, como acostumbro a hacer, y sé que ha sido un año duro para ti. Pero también sé que dentro de poquito voy a tenerte aquí, y aunque no pasemos por nuestro mejor momento, va a ser increíble, como siempre, porque somos tu y yo. 

Dicen que los amigos de verdad pueden estar mucho tiempo sin verse sin que nada cambie. ¿Tú que crees?





Por cierto, muchas felicidades ratilla. Te quiero.

martes, 3 de junio de 2014

Junio

¡Bienvenido! Has llegado tímido, casi sin llamar, y, aún no somos conscientes de tu presencia. No tengas miedo de mostrarte tal y como eres; con tu luz, y tus largas noches, tu quietud y tu impaciencia.


Suele pasar, que, cuando empieza un verano acaba una etapa, y cuando termina, los cambios son muchos. Me gusta saber que lo que hoy es, mañana quizá no sea. Junio empieza ahora, pero en septiembre las cosas serán muy distintas. Los tres meses que ahora comienzan cambiarán rutinas, pensamientos y compañías de las que quizá hoy no existe duda. Siempre digo que el verano, que es un junio de 90 días, pone a cada cosa en su sitio.

De mi adorado junio me gustan sus madrugadas interminables, las mañanas al calor del sol, conducir de noche sin más compañía que mis pensamientos. Los atardeceres en terrazas con amigos y, por supuesto, las tormentas que te obligan a refugiarte en un portal (esto es más divertido en compañía).

Ansiado verano, llega ya y no me decepciones.



Marilyn MonroeNorma Jeane Mortenson, nació el 1 de junio de 1926

lunes, 2 de junio de 2014

Soñar despierto

Te consideras del montón, aunque por dentro siempre te has creído diferente, mejor y peor al mismo tiempo. Alguna vez te sientes la persona más miserable de la tierra, y estás triste porque sí, sin ningún motivo aparente. Otras veces tienes miedo a no estar a la altura, ese miedo al fracaso que todos hemos sentido alguna vez. Y es una mierda, porque no nos deja sacar lo mejor de nosotros mismos, eso que llaman potencial.

Tu orden desordenado, como diría tu madre. Un poco perfeccionista, nervioso pero con calma por dentro (al menos el 90% del día), elocuente, alegre, algo inconsciente y con esa ilusión por la vida como la que tienen los niños. Eres de los que dejan las cosas para el día siguiente si se puede. De echarte siestas infinitas los sábados por la tarde. De los que salen a tomar una cerveza y acaban al día siguiente. ¿Pasatiempo favorito? Soñar despierto.



Colombia

Quizá te pienses que esta entrada habla de ti, pero en realidad no. Sin pretensiones, sin máscara, solo yo y mis frases que te acompañan un día cualquiera, como hoy. No se me ocurre otra forma mejor de vencer mi timidez, mi miedo a abrirme a los demás. Te he mostrado un poquito más de mi, para ti, estés donde estés y seas quién seas. Y yo te agradezco enormemente tu paciencia y tu silencio, solo necesitaba que alguien me escuchara.