jueves, 17 de julio de 2014

Vuelve

Lo llenaba todo con su risa. Pero, como siempre pasa, he necesitado sentir esta soledad para darme cuenta de ello. La conocí una noche de verano, su piel blanca y sus zapatillas hicieron que me fijase en ella al instante. Su pelo, su olor, su carisma. Esa misma noche conseguí que durmiera, dos horas, junto a mi.

Ella llenaba mi casa. No os imagináis el vacío que me dejó. No duermo, no como, sueño con ella. Rebusco en los armarios por si apareciera algo suyo, y parase un rato ese dolor que siento en el pecho. No quiero hablar, ni siquiera con ella, porque no sabría si decirle Te odio o Te quiero. Ya me avisó que no me enamorara aquella primera noche...

Tenía andares de diosa. Y una boca perfecta que te envolvía y te transportaba lejos, muy lejos. Me gustaba la forma que tenía de afrontar las cosas, a veces parecía una persona de cincuenta años. Otras veces le entraba miedo y sólo se le ocurría huir. Vivía en su mundo. Creo que su forma de ser era el resultado de muchas noches de insomnio, y muchas heridas por amor. A veces me hablaba con voz de niña pequeña, melosa y risueña. Por favor, vuelve.

Paul Newman y Joanne Woodward

jueves, 10 de julio de 2014

Por la Gran Vía

Quizá mañana no me acompañes. O quizá sí. De todas formas, ni sé donde estaré. Sobreviviré, como siempre, acabaré adaptándome, y finalmente olvidaré lo bien que me hacías sentir. Los rostros con los que me cruzo a diario conseguirán que el tuyo se me borre, y en una cama desconocida negaré lo mucho que me gustaba como me hacías el amor.

Caminar por la Gran Vía. Mirar sin ver, esquivando a la gente despacio, imaginándome cómo serán sus vidas, andar mientras todos corren. Nada en los bolsillos, ni una preocupación ni un anhelo, todos los problemas se quedaron en casa y esta noche, pienso volver muy tarde. 

Muchos bares me prestan su abrazo, con sus tímidas luces y sombras y su música. Así será más fácil recordarte, para luego olvidarte. Estoy tranquila, no te debo nada ni tú a mi, nuestro camino se separa aquí, distintos ritmos, mucha vida por delante y poco tiempo que perder.


miércoles, 9 de julio de 2014

Ella

Se arregló a conciencia, como todos los sábados por la noche. Mucha máscara de pestañas en los ojos, grandes y oscuros como la noche, y que decían muchas cosas a quien le dedicaba un poco de tiempo. El pelo largo, recogido en una coleta le caía con gracia por los hombros. Su cuerpo, de niña, y su baja estatura despistaban sobre su edad: en realidad ya estaba en mitad de la treintena. La sonrisa triste dejaba entrever una triste historia.

Frente al espejo y pese a que aún era bonita, notaba el paso de los años. Un antiguo amor le había arrebatado su juventud. Pensaba en eso mientras se perfilaba los labios, en ese tío que al irse, se había llevado toda su autoestima.

Un vestido negro nunca falla -pensó mientras ojeaba su armario-. Ella, que esta noche buscaba un poco de amor. Al llegar al bar no pudo evitar mirar a todas las veinteañeras con sus shorts y sus dulces rostros, lo que la hundió un poco más. El local era el mismo, los camareros, viejos conocidos también. Pero algo había cambiado, ya no se sentía como antes. Un par de Gin Tonics, unos bailes con su amiga y finalmente se acostó sola una vez más. Otra noche será.



Lana Del Rey

martes, 8 de julio de 2014

Soñarte

No existe el tiempo. Que se pare, que nada cambie. Que las ganas que te tengo no se pasen. Que sólo con verte ya me ponga a mil. Desearte, necesitarte, soñarte.





Estoy harta de los convencionalismos. Tu a mí me gustas y es suficiente. Y si el tiempo, que a veces parece que no pasa y otras que vuela, tenía que enseñarme algunas lecciones, le perdono. Porque, cuando menos te lo esperas, sucede. De la forma más inesperada, en el sitio menos pensado. Cada relación está plagada de coincidencias casi perfectas, y cuando estamos en una de ellas, simplemente nos dejamos envolver por esa capa mágica, mientras descubrimos que nos encanta lo que antes despreciábamos, o nos era indiferente.

He querido correr mucho. Y luego he parado deprisa. Poner nombres a las cosas no es algo que necesite. Perderme en tus ojos sí. Quizá sea difícil, pero más difícil es sentir lo que siento en tan poco tiempo, y que sea mutuo. No te puedo decir en persona todo lo que quiero contigo, que es mucho y me da miedo pero a la vez... me hace muy feliz.


Y dejar a las cosas pasar
y que digan su nombre
Y mirar que lo hay es verdad
y que nada se esconde...
Y pensar y dejarse llevar
y no ponerle nombre
No hace falta,
si sientes ya está y déjame que te ronde
Emocional, Dani Martín



viernes, 4 de julio de 2014

Hoy

Me levanté temprano, olía a tostadas por toda la casa (¿Acaso hay algo mejor que las tostadas con mantequilla y mermelada?). Me recogí el pelo en una coleta mientras me ponía el bikini y una falda ajustada con motivos geométricos y de colores llamativos. 

A las nueve de la mañana el sol comenzaba su jornada solo, ninguna nube había madrugado tanto. Por eso salí a toda prisa, porque quería hacerle compañía. Me sentía bien. Cada día es un reto, pero nada me quita la sonrisilla. Supongo que es por ti.

En verano las rutinas se vuelven imposibles. Las horas de desayunar, comer, cenar. Noches sin dormir, siestas interminables. Veinticuatro horas con la misma ropa (a veces más) alertan de que ha empezado la temporada estival. Los meses en los que las noches, que son las más cortas y calurosas, adquieren ese matiz memorable.



Templo de Debod, un paraíso en medio de la ciudad

Laura

miércoles, 2 de julio de 2014

Me gustas, y que es mutuo. Creo que ahora mismo somos las personas más empalagosas de la tierra, y me encanta. He memorizado todo tu cuerpo para cuando te eche de menos, como ahora. Tienes algo, bueno, tienes mucho. Sabes hacerme sentir especial. Son esas pequeñas cosas, esos instantes de felicidad plena que hacen que todo lo demás cobre sentido.

Sé que tenías que aparecer. Has sido mi regalito. ¿Sabes? Ya casi había tirado la toalla... 

Llegar a tu casa, ponerme tu ropa y olvidarme del tiempo que pasa, y no vuelve. Creo que no hay forma mejor de pasar las horas, las noches, los días... Me gusta poder ser yo misma, y darte los besos que me apetezca. Hablar de mil cosas, las más trascendentales y las más absurdas. Ponerme celosa de cualquiera que comparte aire contigo. (¡Qué mal!)



16 Blocks. 2006.


Eddie Bunker: You're driving in a hurricane and you see three people at a bus stop. One is an old lady and she's sick. One is your best friend and he saved your life. And the third is the lady of your dreams. Now check it out, you only have room for one in your car, which one do you take? 
Jack Mosley: You give your car keys to your best friend, who takes your car and drives the old lady to a hospital. You stay behind with the love of your life.