Mis vestidos, que tenían ese sentimiento de sí y no, esas ganas y ese miedo a la vez, querían salir del armario, pero el temor a salir de la zona de confort les frenaba.
Contigo no quiero hacer nada que ya haya hecho. Quiero sorprenderte en cada esquina, hacerte el amor con la mirada, hablar de todo... La verdad es que no se me ocurre una cosa que no quiera que compartamos: miedos, risas, duchas...
El Diario de Noa, 2004