viernes, 30 de julio de 2021

La sensación que queda cuando terminas un buen libro

La sensación que se queda dentro de uno cuando termina un buen libro es única. Es una sensación de satisfacción, has llegado a la meta.  Y sientes pena, ya que durante un tiempo los protagonistas de la historia te han acompañado: en el metro, antes de dormir... Has sido su confidente, y ellos tus amigos. 

Te sientes un poco más vacío, y tranquilo. Algo así como lo que sientes después de un orgasmo o de llorar durante media hora... Y no es comparable a casi nada. Porque el libro, a diferencia de la película, exige de ti una concentración tal que, mientras estás leyendo, no puedes hacer otra cosa. Una entrega total y, si el libro es bueno, un desasosiego permanente hasta que llegas al final. Un libro te puede hacer reír a carcajadas, llorar histérica o sosegadamente (según si lloras de rabia o impotencia, o por el contrario, de felicidad), e incluso hacer que te plantees cosas. Leer libros de otra época te hace más sabio, porque te das cuenta de cuan parcial es la realidad en la que vives, y cómo en poco tiempo ha cambiado tantísimo...

Soy consciente de que leer hoy en día es un atrevimiento, un desafío. Es algo que quita mucho tiempo y que, puede parecer bastante inútil teniendo en cuenta lo pragmáticos que nos hemos vuelto. No pretendo convencer a nadie de nada, esta es mi verdad y así la cuento, sin querer ejemplarizar, solo divertir. 


El Ateneo, en Buenos Aires es una de las librerías más bonitas que he visto.


miércoles, 28 de julio de 2021

Finales de julio

Ella siempre suele apagar el despertador y quedarse diez minutos abrazada a la almohada, pensando en las cosas bonitas que le han pasado últimamente, y en las que quedan por llegar. No se oyen ruidos en la calle, se nota que estamos a finales de julio. Finalmente se decide a levantarse, se despereza y va al salón. Extiende su mat y hace unos estiramientos de pilates. Hace calor en Madrid, y luego tiene que salir, por tanto, a continuación se dirige a la ducha. El agua, primero fría y después templada, es como un abrazo suave, muy relajante... 

Es verano, y eso significa vestido. Hoy uno verde con flores, y unas alpargatas. Mientras se pone los pendientes y la pulsera de Tous que le regaló su madre las pasadas navidades, piensa en las cosas que tiene que hacer hoy. De repente, una llamada. La cita que tenía a las 11 se cancela. Eso significa que tiene la mañana libre, ya que ese era su único compromiso.

¿Qué creéis que hará después de publicar este post?




lunes, 26 de julio de 2021

Arrojo

Hoy quiero hablar de la seguridad en uno mismo. Esa actitud que deja huella, ese arrojo (últimamente me ha dado por este vocablo, el cual no escucho demasiado). Sí, me refiero a ese componente intangible que tienen algunas personas y que nos hace replantearnos nuestras preferencias, gustos o barreras. Que nos dejemos o no llevar después, eso es otra cosa. Nos volvemos más y más pragmáticos conforme pasan los años...

Como en mi anterior post comenté, el rechazo forma parte de la vida. Una vez interiorizado esto (y también el hecho de que cada uno tenemos nuestra herida, trauma o experiencia) resulta muy sencillo asumir este rechazo. No te rechazan a ti, sino a ellos mismos en una nueva situación. El 90% de las veces es miedo (a lo desconocido, a pillarse por alguien, a no gustar).

Después de la lección de hoy no debería ser difícil acercarte a alguien que te atraiga y decírselo. Recuerda que arrepentirse es peor.


Homeland, 2011


sábado, 24 de julio de 2021

El rechazo

No estamos acostumbrados al rechazo. Es mucho mas sencillo asumir que esa persona ha vuelto con su ex o que no está en el mismo momento vital. Cuesta aceptar que no hemos gustado lo suficiente a alguien...

Forma parte del proceso el asumir que no vamos a agradar a todo el mundo. Y, sin esa idea, tampoco vamos a llegar muy lejos. No pasa nada, del rechazo también se aprende. De vez en cuando lees alguna historia apasionante a la par que inverosímil, sobre alguien que no se rindió. Al que rechazaron una y otra vez, y que terminó por ocupar el lugar que (se lo mereciese o no) tanto ansiaba.

No permitamos que el miedo al rechazo nos paralice. Las mejores cosas de la vida requieren tiempo y esfuerzo. Me siento como el protagonista de la ya demasiado antigua Matrix...


Matrix, 1999


jueves, 22 de julio de 2021

Reír

On the Road, Kerouac, 1957



Intentando expresar como me siento en este momento de mi vida, se me ha venido a la cabeza el famoso texto de Kerouac que leí hace tantísimos años. Parece que han pasado cien años desde que lo colgué por primera vez en mis redes sociales. Sigo siendo yo, sí, pero han pasado demasiadas cosas....

Me he dado cuenta de que necesito risas a mi alrededor. La vida es demasiado cruda, y está llena de ironías escalofriantes, de injusticias y de soledad. Lo mejor que se puede hacer ante tanta incertidumbre y desasosiego es reír y asumir que algunas cosas no se pueden cambiar.

Para puntos de vista más realistas ya tengo el de mi madre. Ahora necesito lanzarme al vacío, disfrutar de los maravillosos momentos que la vida me regala cada día. No desperdiciar ninguna oportunidad por miedo o por vergüenza. Ser yo misma, sin importar lo que digan los demás. Os prometo que dejarse llevar merece la pena y, como mínimo, os deja una historia divertida que contar.


miércoles, 21 de julio de 2021

Corazonadas

A veces pasa que queremos encontrar a alguien. Para hacer cosas juntos, para tener ese mensajito de buenos días, o para follar. Cuando nos inunda ese sentimiento de vacío (influenciado por los mensajes que nos manda la sociedad) nuestra percepción se distorsiona: dejamos de hacer caso a las corazonadas. Y es ahí cuando empiezan los problemas.

También pasa a veces que, buscando las cualidades que le faltaban a tu ex, acabas con alguien que no te conviene en absoluto. Y, también quieres creer lo que te cuentan. Quieres creer que la gente es buena, sincera, real. Que el chico que has conocido en el gym o por redes sociales es perfecto para ti.

Es cierto que somos compatibles con mucha gente, y que nunca es tarde para encontrar a alguien con quien formalizarse (o no). Nos cegamos. Y eso no es bueno. La clave (o lo que creo que he aprendido durante todos estos años) es no empecinarse con nadie, ni con nada. No todos estamos hechos para vivir en pareja, supongo...


    Expectante ante la nueva temporada de The Marvelous Mrs. Maisel


lunes, 19 de julio de 2021

Silencios incómodos

Me declaro fan de los silencios incómodos. De hecho, creo que son vitales a la hora de conocer a una persona. Me he dado cuenta de que me gustan esos instantes, en los que se ha acabado un tema y todavía no ha aparecido otro que monopolice la conversación.

Quizá sea una chorrada como otra cualquiera, pero es algo que me encanta probar. Me quedo callada (aunque yo no soy muy de eso, tengo mucho rollo, no puedo evitarlo) y observo. La verdad es que nadie está mucho tiempo en silencio, eso nos aterra, suena mal. Todos queremos gustar, supongo.

Estoy convencida de que nadie llega a conocer a nadie del todo nunca. Aparcamos nuestras ideas más rocambolescas, encerramos una parte de nosotros en un lugar lejano para, a veces, no volver nunca. Somos mil y un detalles, tenemos preferencias y prioridades. Y supongo que nos falta tiempo (y a veces ganas) para descubrir todo eso en otra persona.


El Ala Oeste de la Casa Blanca, T1 (1999)


sábado, 17 de julio de 2021

Anónima

Me siento demasiado afortunada por ser anónima. Nada me impide salir a la calle, mezclarme entre la gente. No tengo que llevar el pelo perfecto ni haber meditado durante largo rato qué ponerme. Y no, no me considero asocial, pero todos tenemos nuestros días...

Tenemos miedos, complejos y secretos. Todos los tenemos, y son importantes para nosotros. No creo que un millón de euros bastara para que los gritásemos a los cuatro vientos. No somos tan distintos al fin y al cabo.

¿El anonimato está sobrevalorado? No lo sé, y probablemente nunca lo sepa. Lo que sé es que puedo estar tranquila: si alguien me invita a salir, no es por mi fama ni por lo que acumulo en el banco.


El Mensaje, Teatro Lara (Madrid).


jueves, 15 de julio de 2021

Distancias

Cuando hablamos de relaciones a distancia, la verdad, creo que no somos conscientes de la suerte que tenemos. Los avances tecnológicos hacen que la distancia, cuando es, sea soportable y no suponga el punto final de la relación. Los aviones, trenes y demás se encargan de que lo que hace un siglo eran jornadas enteras, apenas nos lleve unas horas. Por eso, y pese a que siempre he sido reacia a la idea de una relación a distancia, he reflexionado y cambiado de opinión. 

Supongo que el tiempo te da cierta serenidad. Os lo digo yo, que he sido un culo inquieto de libro, y que, veces no me reconozco. Me hago mayor. He cambiado de marcha, y estoy disfrutando del paisaje como nunca. Las prisas no son buenas, y te ciegan. Con esto no digo que tenga que ser. Solo que puedo esperar, porque sé que las mejores cosas no se consiguen con facilidad. Las mejores cosas llevan tiempo (a veces años), y esfuerzo. Para que algo salga adelante se necesita de no pocos elementos, y que éstos coincidan en tiempo y espacio (en este caso, con compartir el mismo planeta vale).

Ahora celebro a cada persona que se ha cruzado en mi camino, porque era necesario. Porque más que enseñarme sobre ellas, me han enseñado sobre mí. Quizá sea el momento, quizá no. Lo que tengo claro es que voy a dejarme llevar y disfrutar del proceso.


Hepburn y Bogart en Sabrina (1954)


lunes, 12 de julio de 2021

Conexiones

No voy a hablaros de penurias, ni dedicar un post al dolor extremo que he experimentado los últimos días durante mi aventura haciendo el Camino de Santiago. Esto es un recordatorio de que las conexiones, no tienen por qué acabar en nada, ni en un simple beso. 

Han pasado demasiadas cosas en siete días. Así es.

Durante la primera etapa me crucé con apenas cinco personas: una señora mayor, una pareja de Murcia, un par de amigos cincuentones de Barcelona... y él. Los ojos más azules que he visto, pelo oscuro, con canas, alto y con una sonrisa de anuncio. Me adelantó con un tímido hola que me dejó en shock. Y yo, cuando me pongo nerviosa no soy muy elocuente, así que eso fue todo.

Al día siguiente empecé a caminar. Por delante veinte kilómetros de subidas y bajadas por una zona montañosa y salvaje, completamente desolada y sin apenas indicaciones: no os engaño si os digo que pasé miedo. Cuando por fin empecé a descender, oí algo detrás de mí. ¿Adivináis?. Sí. Ojos azules me alcanzó, pronunció su ya clásico hola y siguió su camino (¿Tímido, quizá?). Durante un rato largo nos acompañamos en soledad. Ese momento de intimidad ha sido de las cosas más bonitas de la semana (suena cursi, lo sé). Él, sin ser consciente, me dio fuerzas para continuar. Y no, no volví a verle. 


Camino Primitivo, 2021


domingo, 11 de julio de 2021

Libre

Cuando por fin llegan esos días de vacaciones tan esperados, a veces entra miedo. A que las cosas no permanezcan estáticas, a que todo cambie. Es algo bastante absurdo, ya que el cambio es constante: todo cambia siempre estemos o no para intentar impedirlo...

Esta vez ha sido diferente. No os voy a negar que pensé en ello, pero sin esa incertidumbre. Y después de lo que he vivido, creedme, que en lo que menos pensé al llegar fue en las cosas que podían o no haber cambiado. Una parte de mi sigue en Galicia...

Sí. Todo ha cambiado. Pero porque yo lo he hecho. Mi mundo está descolocado, mi rutina ya no existe. Necesito procesar toda esta información con calma y muy poco a poco. Recapacitar sobre lo que era importante para mí, porque a lo mejor ya no lo es. ¿Sabéis qué pasa? Creo que cada vez me importa menos lo que piensen los demás. Me siento libre.


El Camino de Santiago como experiencia vital.


viernes, 9 de julio de 2021

Hasta Marte

Vamos a jugar a perdernos, a encontrarnos en otro lugar. Vamos a dejarnos llevar, sin pensar en lo que dejamos atrás, en lo que se supone que esperan los demás de nosotros. Vamos a señalar un punto en un mapa y teletransportarnos...

A veces esos viajes nos llevan a Marte. Más dura será la caída, dicen, pero yo me pierdo en tu mirada, juguetona, y empiezo a subir, a mil por hora, sin mirar hacia abajo. Ilusionada como si fuera la primera vez...

Creo que, el hecho de haber tenido varios desengaños amorosos es más positivo que lo contrario. Sé lo que quiero y lo que necesito. Y, aunque me ha llevado un tiempo he aprendido a priorizar, ser paciente, no forzar. Y a disfrutar del proceso.


Casablanca, 1942


jueves, 8 de julio de 2021

Dejarse llevar

No me imaginaba que la conexión iba a ser tan brutal. Por un lado, sentía esa tensión sexual que sientes cuando alguien te gusta, cuando sabes que va a pasar eso. Por otro, parecía como si llevásemos toda la vida juntos. Calor y cariño. Me pareció alguien a quien merecía la pena conocer.

No lo tenemos fácil, lo sé. Pero me he dado cuenta de que esa sensación no es tan común (llámalo afinidad o atracción, da lo mismo). En apenas un par de horas, y después de tantísimo tiempo, despertó mi curiosidad, y eso es mucho decir.

Me gusta la gente abierta de mente, que se arriesga, que no tiene miedo a dejarse llevar, a enamorarse... Y creo que él es así. No me gustaría equivocarme.


Con faldas y a lo loco, 1959




lunes, 5 de julio de 2021

Pasar página

Nos aferramos a tímidas señales. Es curioso como tendemos a justificar determinados comportamientos y, de alguna forma, nos creemos nuestras propias historias. Si alguien quiere verte, te busca. Aunque esté hasta arriba de trabajo, aunque tenga a su familia en la ciudad. Es así.

Sé que puede llegar a ser muy doloroso, y, que a veces, necesitamos creer esas excusas para salir adelante. Puedes aferrarte a algo, pero tarde o temprano tendrás que aceptar la verdad, y comenzar tu duelo.

Si algo he aprendido estos últimos años, es que la vida es efímera. Y no voy a quedarme más tiempo del necesario en la misma casilla. Hoy toca pasar página. 


Bailando con lobos, 1990



jueves, 1 de julio de 2021

Un beso dice muchas cosas

Solo me dió un par de besos. Fueron besos nerviosos, casi accidentados, con prisa y con lengua. Y muy intensos. La verdad es, que si no fuera porque tiene 32, hubiera creído que eran los primeros besos que daba. Es muy excitante que un tío te agarre del culo mientras te besa. Pero, lo que resulta aún más excitante, es que coloque su mano en tu cuello, que acaricie tu pelo de forma sutil, delicada. Eso fue lo que hizo que me pusiera a mil y que, una semana después, siga pensando en ello.


Match Point, 2005.

Lo cierto es que un beso dice muchas cosas. Aquel par de besos no me hablaron de un ligón empedernido ni de un presumido enamorado de sí mismo. Al contrario: vi a un chico tímido y con poca experiencia en el amor, un diamante en bruto que está esperando a que lo descubran, alguien (quizá) que quiere que le guíen. Lo que os decía, demasiado sexy. 

Cada historia es atípica, desde luego, y la nuestra no iba a ser menos. Me dejó muy buen sabor de boca, y todavía pienso en su voz. Ojalá esta historia tenga segunda parte después de las vacaciones.