Dallas Buyers Club, 2013
A mi me gusta hablar de la vida como un viaje, un recorrido, una partida de cartas. Los retos nos mantienen vivos, nos movemos por impulsos, la ilusión del mañana...
No vivamos la vida sin ser conscientes de su volatilidad, de lo frágil que resulta, de que puede cambiar en cuestión de minutos. De que podemos perder a esa persona especial por un malentendido, de que amar nunca está de más. Si la vida fuera eterna, perdería toda su esencia.