viernes, 21 de julio de 2017

Presente (Homenaje a Chester B, de Linkin Park)

En verano y pese a que los días son más largos, escribo menos. La locura que envuelve a la propia estación me deja poco tiempo para pensar. Supongo que me gusta dejarme llevar.

Quiero dejar constancia aquí que Chester B., vocalista de Linkin Park se ha suicidado (supuestamente) esta noche. El cantante de uno de mis grupos favoritos se merece un mini homenaje... Les vi en directo una vez, y tuve oportunidad de volver a verles hace pocas semanas... Esto me va a pesar durante un tiempo...

Lo delicado de la vida, lo fugaz, lo efímero, lo jodidamente bello de lo irrepetible. Lo digo yo, sí, aunque luego me raye por cualquier tontería. Hay algo hermoso en luchar cada día contra el reloj, de decidir qué postergamos y cuales son nuestras prioridades.

Linkin es recordar buenos tiempos. Es perderme a altas horas con el coche por Madrid, con su música de fondo. Es Arturo, David y Pablo (entre otros). Son cervezas, juegos, risas. Es verano en un parque, pero también suena mientras recorro las calles de Madrid iluminadas en Navidad... Es Brighton, Amsterdam y Roma. Linkin Park soy yo, con dieciséis, veinte y veintiocho...

Ahora mismo suena Numb, la colaboración con Jay-Z en un directo de 2004...

jueves, 6 de julio de 2017

Despacito

Puede parecer un día como otro cualquiera, pero no lo es. Madrid ha amanecido lluviosa y ya sabéis lo que eso significa: jeans y gabardina. Habría pensado en lo feo que estaba el día, y en lo tedioso que me resultaba hacer cualquier cosa. Pero no, porque esa cosa era quedar contigo. Y lo de fuera podía ser lluvia, granizo o un tornado. Me hubiese dado igual.

16 calles, 2006.

En la cafetería, tranquilidad. Lo de siempre, pero mezclado con besos y caricias debajo de la mesa, por favor. Tienes ese no se qué en la mirada que hace que me ruborice, que me corte, que parezca que no tengo nada que decir. Pero sí, te diría mil cosas si me atreviese. Pero es más fácil hacerlo por aquí (al final, voy a tener más de crupier de lo que pensaba).

¿Cómo puede una mirada darme tanto calor? Necesito estar cerca de ti, tocarte, besarte. Disfrutar de esa sensación que tengo cuando estoy contigo y que me llena tantísimo, sin prisas. Dejar que me investigues con tus labios despacito, como dice la famosa canción, y que se haga de día si hace falta. Todo eso mezclado con tu voz. Tengo que confesar que son mi debilidad, y tú tienes una que me tiene en vilo. Quiero despertarme y acostarme con ella. Buenos días; te veo luego; hasta mañana. ¿Te parece que el tiempo que haga, o cualquier otra cosa, puede quitarme esta sonrisa de idiota que tengo mientras escribo estas líneas?. ¿Me estoy equivocando? No lo sé. Solo sé que nunca he tenido tantas ganas de equivocarme como esta vez.