miércoles, 4 de agosto de 2021

La tiendecita

Encontré la tiendecita por casualidad, ya que el edificio está en obras y no se aprecia el letrero del local. Sus puertas verde agua llamarían la atención en circunstancias normales, pero, ahora mismo juega con desventaja.

La tienda está regentada por una extranjera, rubia y de lo más amigable, de mediana edad y que podría ser de cualquier país del norte de Europa, o incluso de Reino Unido. Su diminuto Yorkshire me saluda al entrar (creo que tiene complejo de perro guardián).

Las postalitas, con frases y motivos de Madrid, los cuadernos, posavasos, marcalibros y otros tantos objetos hechos a mano y con mimo hacen de esta tienda tan recóndita y con tanto encanto el lugar perfecto para hacer un regalo. Un buen descubrimiento.


Nest Boutique, Plaza de San Ildefonso 3, Madrid


martes, 3 de agosto de 2021

La plaza

Voy empapándome de éstas mis calles, saboreando cada esquina. Mientras camino los bares me saludan e invitan a entrar, con ese hedor característico y único, como de cerveza putrefacta que ha quedado en las esquinas, ese olor pegajoso y húmedo que de buena mañana repele y al que te vas acostumbrando conforme pasan las horas. También huele a comida de todas partes del mundo, desde un Kebab a una Gyozas, y, de la Iglesia que está en la misma plaza, emana esa mezcla de aromas tan envolvente: a antiguo, a decadencia, a sitio seguro.

En los bancos de la plaza, ancianos e indigentes observan a los jóvenes que ocupan las mesas de la terraza de un bar. Ni una pizca de resignación, pues tienen su lata de cerveza en mano (ellos) y ellas observan, en silencio y con atención. Algunas llevan bata y zapatillas de estar por casa.

Los jóvenes, ocupados en sentir, sin pararse a reflexionar ni un mínimo. En una especie de limbo entre una jornada laboral y otra, entre una escapada y la siguiente. Con ganas de emborracharse rápidamente, para no hacerse preguntas.

Los ancianos, por su parte, ensimismados, y saboreando su lata como a los últimos coletazos de su vida, con la sensación agridulce del que sabe que le queda poco.


Madrid, y sus preciosas calles.


domingo, 1 de agosto de 2021

Máster en psicología

Puedo decir que durante los últimos meses me he sacado un máster en psicología. Buscando respuestas he acabado por darlas yo. He consolado y aconsejado (a veces simplemente he escuchado). Creo que esta generación no sabe lidiar con la presión, tiene muchos prejuicios, es egoísta y se quiere muy poco.

Para poder querer, primero debes quererte a ti. Parece una perogrullada, sí, pero no lo es en este mundo tan superficial, en el que importa más lo que se ve que lo que no. Y con tantos estímulos resulta que nos hemos olvidado de nosotros. Nos hemos olvidado de sentir. Ni siquiera se nos pone dura.

¿Qué podemos hacer ante esta vorágine de sentimientos? Intentar vivir despacio. Dejar de lado la inmediatez, disfrutar de todas las fases de una relación, sin saltarnos ninguna. Y, sobre todo, no iniciar una hasta que de verdad nos apetezca hacerlo. Suena más sencillo de lo que en realidad es.


La La Land, 2016


viernes, 30 de julio de 2021

La sensación que queda cuando terminas un buen libro

La sensación que se queda dentro de uno cuando termina un buen libro es única. Es una sensación de satisfacción, has llegado a la meta.  Y sientes pena, ya que durante un tiempo los protagonistas de la historia te han acompañado: en el metro, antes de dormir... Has sido su confidente, y ellos tus amigos. 

Te sientes un poco más vacío, y tranquilo. Algo así como lo que sientes después de un orgasmo o de llorar durante media hora... Y no es comparable a casi nada. Porque el libro, a diferencia de la película, exige de ti una concentración tal que, mientras estás leyendo, no puedes hacer otra cosa. Una entrega total y, si el libro es bueno, un desasosiego permanente hasta que llegas al final. Un libro te puede hacer reír a carcajadas, llorar histérica o sosegadamente (según si lloras de rabia o impotencia, o por el contrario, de felicidad), e incluso hacer que te plantees cosas. Leer libros de otra época te hace más sabio, porque te das cuenta de cuan parcial es la realidad en la que vives, y cómo en poco tiempo ha cambiado tantísimo...

Soy consciente de que leer hoy en día es un atrevimiento, un desafío. Es algo que quita mucho tiempo y que, puede parecer bastante inútil teniendo en cuenta lo pragmáticos que nos hemos vuelto. No pretendo convencer a nadie de nada, esta es mi verdad y así la cuento, sin querer ejemplarizar, solo divertir. 


El Ateneo, en Buenos Aires es una de las librerías más bonitas que he visto.


miércoles, 28 de julio de 2021

Finales de julio

Ella siempre suele apagar el despertador y quedarse diez minutos abrazada a la almohada, pensando en las cosas bonitas que le han pasado últimamente, y en las que quedan por llegar. No se oyen ruidos en la calle, se nota que estamos a finales de julio. Finalmente se decide a levantarse, se despereza y va al salón. Extiende su mat y hace unos estiramientos de pilates. Hace calor en Madrid, y luego tiene que salir, por tanto, a continuación se dirige a la ducha. El agua, primero fría y después templada, es como un abrazo suave, muy relajante... 

Es verano, y eso significa vestido. Hoy uno verde con flores, y unas alpargatas. Mientras se pone los pendientes y la pulsera de Tous que le regaló su madre las pasadas navidades, piensa en las cosas que tiene que hacer hoy. De repente, una llamada. La cita que tenía a las 11 se cancela. Eso significa que tiene la mañana libre, ya que ese era su único compromiso.

¿Qué creéis que hará después de publicar este post?




lunes, 26 de julio de 2021

Arrojo

Hoy quiero hablar de la seguridad en uno mismo. Esa actitud que deja huella, ese arrojo (últimamente me ha dado por este vocablo, el cual no escucho demasiado). Sí, me refiero a ese componente intangible que tienen algunas personas y que nos hace replantearnos nuestras preferencias, gustos o barreras. Que nos dejemos o no llevar después, eso es otra cosa. Nos volvemos más y más pragmáticos conforme pasan los años...

Como en mi anterior post comenté, el rechazo forma parte de la vida. Una vez interiorizado esto (y también el hecho de que cada uno tenemos nuestra herida, trauma o experiencia) resulta muy sencillo asumir este rechazo. No te rechazan a ti, sino a ellos mismos en una nueva situación. El 90% de las veces es miedo (a lo desconocido, a pillarse por alguien, a no gustar).

Después de la lección de hoy no debería ser difícil acercarte a alguien que te atraiga y decírselo. Recuerda que arrepentirse es peor.


Homeland, 2011


sábado, 24 de julio de 2021

El rechazo

No estamos acostumbrados al rechazo. Es mucho mas sencillo asumir que esa persona ha vuelto con su ex o que no está en el mismo momento vital. Cuesta aceptar que no hemos gustado lo suficiente a alguien...

Forma parte del proceso el asumir que no vamos a agradar a todo el mundo. Y, sin esa idea, tampoco vamos a llegar muy lejos. No pasa nada, del rechazo también se aprende. De vez en cuando lees alguna historia apasionante a la par que inverosímil, sobre alguien que no se rindió. Al que rechazaron una y otra vez, y que terminó por ocupar el lugar que (se lo mereciese o no) tanto ansiaba.

No permitamos que el miedo al rechazo nos paralice. Las mejores cosas de la vida requieren tiempo y esfuerzo. Me siento como el protagonista de la ya demasiado antigua Matrix...


Matrix, 1999


jueves, 22 de julio de 2021

Reír

On the Road, Kerouac, 1957



Intentando expresar como me siento en este momento de mi vida, se me ha venido a la cabeza el famoso texto de Kerouac que leí hace tantísimos años. Parece que han pasado cien años desde que lo colgué por primera vez en mis redes sociales. Sigo siendo yo, sí, pero han pasado demasiadas cosas....

Me he dado cuenta de que necesito risas a mi alrededor. La vida es demasiado cruda, y está llena de ironías escalofriantes, de injusticias y de soledad. Lo mejor que se puede hacer ante tanta incertidumbre y desasosiego es reír y asumir que algunas cosas no se pueden cambiar.

Para puntos de vista más realistas ya tengo el de mi madre. Ahora necesito lanzarme al vacío, disfrutar de los maravillosos momentos que la vida me regala cada día. No desperdiciar ninguna oportunidad por miedo o por vergüenza. Ser yo misma, sin importar lo que digan los demás. Os prometo que dejarse llevar merece la pena y, como mínimo, os deja una historia divertida que contar.


miércoles, 21 de julio de 2021

Corazonadas

A veces pasa que queremos encontrar a alguien. Para hacer cosas juntos, para tener ese mensajito de buenos días, o para follar. Cuando nos inunda ese sentimiento de vacío (influenciado por los mensajes que nos manda la sociedad) nuestra percepción se distorsiona: dejamos de hacer caso a las corazonadas. Y es ahí cuando empiezan los problemas.

También pasa a veces que, buscando las cualidades que le faltaban a tu ex, acabas con alguien que no te conviene en absoluto. Y, también quieres creer lo que te cuentan. Quieres creer que la gente es buena, sincera, real. Que el chico que has conocido en el gym o por redes sociales es perfecto para ti.

Es cierto que somos compatibles con mucha gente, y que nunca es tarde para encontrar a alguien con quien formalizarse (o no). Nos cegamos. Y eso no es bueno. La clave (o lo que creo que he aprendido durante todos estos años) es no empecinarse con nadie, ni con nada. No todos estamos hechos para vivir en pareja, supongo...


    Expectante ante la nueva temporada de The Marvelous Mrs. Maisel


lunes, 19 de julio de 2021

Silencios incómodos

Me declaro fan de los silencios incómodos. De hecho, creo que son vitales a la hora de conocer a una persona. Me he dado cuenta de que me gustan esos instantes, en los que se ha acabado un tema y todavía no ha aparecido otro que monopolice la conversación.

Quizá sea una chorrada como otra cualquiera, pero es algo que me encanta probar. Me quedo callada (aunque yo no soy muy de eso, tengo mucho rollo, no puedo evitarlo) y observo. La verdad es que nadie está mucho tiempo en silencio, eso nos aterra, suena mal. Todos queremos gustar, supongo.

Estoy convencida de que nadie llega a conocer a nadie del todo nunca. Aparcamos nuestras ideas más rocambolescas, encerramos una parte de nosotros en un lugar lejano para, a veces, no volver nunca. Somos mil y un detalles, tenemos preferencias y prioridades. Y supongo que nos falta tiempo (y a veces ganas) para descubrir todo eso en otra persona.


El Ala Oeste de la Casa Blanca, T1 (1999)


sábado, 17 de julio de 2021

Anónima

Me siento demasiado afortunada por ser anónima. Nada me impide salir a la calle, mezclarme entre la gente. No tengo que llevar el pelo perfecto ni haber meditado durante largo rato qué ponerme. Y no, no me considero asocial, pero todos tenemos nuestros días...

Tenemos miedos, complejos y secretos. Todos los tenemos, y son importantes para nosotros. No creo que un millón de euros bastara para que los gritásemos a los cuatro vientos. No somos tan distintos al fin y al cabo.

¿El anonimato está sobrevalorado? No lo sé, y probablemente nunca lo sepa. Lo que sé es que puedo estar tranquila: si alguien me invita a salir, no es por mi fama ni por lo que acumulo en el banco.


El Mensaje, Teatro Lara (Madrid).


jueves, 15 de julio de 2021

Distancias

Cuando hablamos de relaciones a distancia, la verdad, creo que no somos conscientes de la suerte que tenemos. Los avances tecnológicos hacen que la distancia, cuando es, sea soportable y no suponga el punto final de la relación. Los aviones, trenes y demás se encargan de que lo que hace un siglo eran jornadas enteras, apenas nos lleve unas horas. Por eso, y pese a que siempre he sido reacia a la idea de una relación a distancia, he reflexionado y cambiado de opinión. 

Supongo que el tiempo te da cierta serenidad. Os lo digo yo, que he sido un culo inquieto de libro, y que, veces no me reconozco. Me hago mayor. He cambiado de marcha, y estoy disfrutando del paisaje como nunca. Las prisas no son buenas, y te ciegan. Con esto no digo que tenga que ser. Solo que puedo esperar, porque sé que las mejores cosas no se consiguen con facilidad. Las mejores cosas llevan tiempo (a veces años), y esfuerzo. Para que algo salga adelante se necesita de no pocos elementos, y que éstos coincidan en tiempo y espacio (en este caso, con compartir el mismo planeta vale).

Ahora celebro a cada persona que se ha cruzado en mi camino, porque era necesario. Porque más que enseñarme sobre ellas, me han enseñado sobre mí. Quizá sea el momento, quizá no. Lo que tengo claro es que voy a dejarme llevar y disfrutar del proceso.


Hepburn y Bogart en Sabrina (1954)


lunes, 12 de julio de 2021

Conexiones

No voy a hablaros de penurias, ni dedicar un post al dolor extremo que he experimentado los últimos días durante mi aventura haciendo el Camino de Santiago. Esto es un recordatorio de que las conexiones, no tienen por qué acabar en nada, ni en un simple beso. 

Han pasado demasiadas cosas en siete días. Así es.

Durante la primera etapa me crucé con apenas cinco personas: una señora mayor, una pareja de Murcia, un par de amigos cincuentones de Barcelona... y él. Los ojos más azules que he visto, pelo oscuro, con canas, alto y con una sonrisa de anuncio. Me adelantó con un tímido hola que me dejó en shock. Y yo, cuando me pongo nerviosa no soy muy elocuente, así que eso fue todo.

Al día siguiente empecé a caminar. Por delante veinte kilómetros de subidas y bajadas por una zona montañosa y salvaje, completamente desolada y sin apenas indicaciones: no os engaño si os digo que pasé miedo. Cuando por fin empecé a descender, oí algo detrás de mí. ¿Adivináis?. Sí. Ojos azules me alcanzó, pronunció su ya clásico hola y siguió su camino (¿Tímido, quizá?). Durante un rato largo nos acompañamos en soledad. Ese momento de intimidad ha sido de las cosas más bonitas de la semana (suena cursi, lo sé). Él, sin ser consciente, me dio fuerzas para continuar. Y no, no volví a verle. 


Camino Primitivo, 2021


domingo, 11 de julio de 2021

Libre

Cuando por fin llegan esos días de vacaciones tan esperados, a veces entra miedo. A que las cosas no permanezcan estáticas, a que todo cambie. Es algo bastante absurdo, ya que el cambio es constante: todo cambia siempre estemos o no para intentar impedirlo...

Esta vez ha sido diferente. No os voy a negar que pensé en ello, pero sin esa incertidumbre. Y después de lo que he vivido, creedme, que en lo que menos pensé al llegar fue en las cosas que podían o no haber cambiado. Una parte de mi sigue en Galicia...

Sí. Todo ha cambiado. Pero porque yo lo he hecho. Mi mundo está descolocado, mi rutina ya no existe. Necesito procesar toda esta información con calma y muy poco a poco. Recapacitar sobre lo que era importante para mí, porque a lo mejor ya no lo es. ¿Sabéis qué pasa? Creo que cada vez me importa menos lo que piensen los demás. Me siento libre.


El Camino de Santiago como experiencia vital.


viernes, 9 de julio de 2021

Hasta Marte

Vamos a jugar a perdernos, a encontrarnos en otro lugar. Vamos a dejarnos llevar, sin pensar en lo que dejamos atrás, en lo que se supone que esperan los demás de nosotros. Vamos a señalar un punto en un mapa y teletransportarnos...

A veces esos viajes nos llevan a Marte. Más dura será la caída, dicen, pero yo me pierdo en tu mirada, juguetona, y empiezo a subir, a mil por hora, sin mirar hacia abajo. Ilusionada como si fuera la primera vez...

Creo que, el hecho de haber tenido varios desengaños amorosos es más positivo que lo contrario. Sé lo que quiero y lo que necesito. Y, aunque me ha llevado un tiempo he aprendido a priorizar, ser paciente, no forzar. Y a disfrutar del proceso.


Casablanca, 1942


jueves, 8 de julio de 2021

Dejarse llevar

No me imaginaba que la conexión iba a ser tan brutal. Por un lado, sentía esa tensión sexual que sientes cuando alguien te gusta, cuando sabes que va a pasar eso. Por otro, parecía como si llevásemos toda la vida juntos. Calor y cariño. Me pareció alguien a quien merecía la pena conocer.

No lo tenemos fácil, lo sé. Pero me he dado cuenta de que esa sensación no es tan común (llámalo afinidad o atracción, da lo mismo). En apenas un par de horas, y después de tantísimo tiempo, despertó mi curiosidad, y eso es mucho decir.

Me gusta la gente abierta de mente, que se arriesga, que no tiene miedo a dejarse llevar, a enamorarse... Y creo que él es así. No me gustaría equivocarme.


Con faldas y a lo loco, 1959




lunes, 5 de julio de 2021

Pasar página

Nos aferramos a tímidas señales. Es curioso como tendemos a justificar determinados comportamientos y, de alguna forma, nos creemos nuestras propias historias. Si alguien quiere verte, te busca. Aunque esté hasta arriba de trabajo, aunque tenga a su familia en la ciudad. Es así.

Sé que puede llegar a ser muy doloroso, y, que a veces, necesitamos creer esas excusas para salir adelante. Puedes aferrarte a algo, pero tarde o temprano tendrás que aceptar la verdad, y comenzar tu duelo.

Si algo he aprendido estos últimos años, es que la vida es efímera. Y no voy a quedarme más tiempo del necesario en la misma casilla. Hoy toca pasar página. 


Bailando con lobos, 1990



jueves, 1 de julio de 2021

Un beso dice muchas cosas

Solo me dió un par de besos. Fueron besos nerviosos, casi accidentados, con prisa y con lengua. Y muy intensos. La verdad es, que si no fuera porque tiene 32, hubiera creído que eran los primeros besos que daba. Es muy excitante que un tío te agarre del culo mientras te besa. Pero, lo que resulta aún más excitante, es que coloque su mano en tu cuello, que acaricie tu pelo de forma sutil, delicada. Eso fue lo que hizo que me pusiera a mil y que, una semana después, siga pensando en ello.


Match Point, 2005.

Lo cierto es que un beso dice muchas cosas. Aquel par de besos no me hablaron de un ligón empedernido ni de un presumido enamorado de sí mismo. Al contrario: vi a un chico tímido y con poca experiencia en el amor, un diamante en bruto que está esperando a que lo descubran, alguien (quizá) que quiere que le guíen. Lo que os decía, demasiado sexy. 

Cada historia es atípica, desde luego, y la nuestra no iba a ser menos. Me dejó muy buen sabor de boca, y todavía pienso en su voz. Ojalá esta historia tenga segunda parte después de las vacaciones.

martes, 29 de junio de 2021

No seas tímido

Había una vez una chica que estaba atravesando una crisis existencial. Acababa de terminar una relación y había perdido la costumbre de coquetear con el sexo opuesto. ¿Y él? A primera vista puede parecer arrogante, pero, por supuesto es una coraza. Es tímido y, llevar la iniciativa significaría mostrarse vulnerable. Y por ahí no pasa. No obstante, se hace el encontradizo muy a menudo. 

Ay, si las miradas matasen.

La ilusión por coincidir crecía y crecía, pero nunca era el momento oportuno. A veces las chicas nos sentimos inseguras por cosas demasiado absurdas. Es así.

Y pasó lo que tenía que pasar. Mientras me decidía a decirle algo, otra chica se me adelantó. Ahora son inseparables. Sé lo que estás pensando: el mundo de las citas es una mierda. No obstante, si no quieres que te pase como a mí, lánzate. 

L.

Una cara con ángel, 1957


lunes, 28 de junio de 2021

Sandalias nuevas

Antes de la cita me compré unas sandalias negras de tacón, un boost extra para hacer frente a otra cita a ciegas. Él me pareció simpático, aunque hablaba mucho y casi no me dejaba participar en la conversación. Más tarde pude comprobar que lo que le pasaba es que estaba muy nervioso. Quizá el hecho de estar con una tía mayor le cohíbe un poco.

Sentados en un pub, cerveza en mano, hablamos de sexo sin tapujos y me encantó. Fantasías y coqueteos con gente de tu mismo sexo es un tema tabú para la mayoría de los hombres (heterosexuales, por supuesto). El problema es, que más allá de la conversación no vi nada que me dijera que quería besarme, o follarme. Ni siquiera me tocó el brazo. Y no es que a mí me importe llevar la iniciativa, ya no. Es que parecía muy formal con su camisa y sus chinos color beige...

Cada persona es un mundo (qué digo, un universo) y a veces no está tan claro. Pero él va a caer, tarde o temprano. No tengo dudas.


Instinto básico, 1992


sábado, 26 de junio de 2021

Encajar

Resulta tan fácil ser uno más... ¿Os habéis fijado en que todos leemos a los mismos autores, vamos a los mismos sitios de vacaciones y compramos en las mismas tiendas? Hoy en día todo es gym, yoga o senderismo los sábados por la mañana. Llegados a este punto me siento como el protagonista de Como Conocí a Vuestra Madre con una diferencia: más que haber tenido una cita con cada hombre de Madrid, siento como si todos fueran el mismo.

Tailandia, hacer el Camino de Santiago o unas cerves por Malasaña. Pádel, Netflix, iPhone. Somos muy poco originales, insignificantes. Me pregunto si de verdad nos gusta lo mismo, o simplemente queremos encajar. Cuando eres niño no sucede así, eres más auténtico, más real. Te gusta algo o no te gusta, pero no buscas la aprobación de los demás. Pensar en esos tiempos hace que me ponga nostálgica... ¿Me hago mayor?

Quiero creer que se puede luchar contra esta tendencia, que somos libres y que tenemos margen de maniobra, que podemos elegir. No me gustaría darme cuenta de que estoy equivocada.

Feliz sábado.

L.

Cadena Perpetua, 1994


viernes, 25 de junio de 2021

La vida es maravillosa

Me he acostumbrado a agadecer por escrito cuando me levanto. A adorar mi vida tal y como es, mientras trabajo por la vida que sé que me merezco. Me gusta estar en mi casa. Comer rico, pasear, hacer deporte, leer.

Tengo muchísimas ganas de que llegue el miércoles, pero hoy es viernes y tengo plan. No deberíamos pensar más que en afrontar el día que tenemos por delante. Y lo que venga después, ya vendrá (he necesitado años para verlo tan claro, lo reconozco).

No esperar nada de la vida, y esperarlo todo. Confiar en los tiempos, porque, como ya escribí hace mucho, cuando forzamos las cosas las estropeamos. Esperar con serenidad pero de forma activa. Hoy en el post no hay ninguna historia, solo la constatación de que todo está bien como está, y de que la vida es maravillosa.


¿Conoces a Joe Black?, 1998


jueves, 24 de junio de 2021

Disfrutar del proceso

La vida es así. El subidón que experimenté la semana pasada ha dado paso a un estado nostálgico, en el que me he planteado muchas cosas. Siento que damos demasiada importancia a cosas que no la tienen. Siento también que, hoy en día, nos mueve la vanidad y el deseo de gustar más que cualquier otra cosa. Supongo que es otra adicción más. Porque no os engañéis, en pleno siglo XXI, nadie es completamente libre.

Dentro de dos semanas estaré en este mismo escritorio. Todo será igual. Todo menos yo. Y eso será suficiente. Ansío vivirlo, pero me muero por volver y ver ese cambio. Me resulta tan difícil disfrutar del proceso...

A veces creemos que lo hemos hecho bien con alguien, le hemos tratado con respeto e incluso, puesto sus necesidades por delante de las nuestras. Entonces, ¿qué ha fallado?. Pues, he llegado a la conclusión de que nada. No os entendíais. Lo que para ti era un gesto de afecto, para la otra persona era un ataque directo, un insulto a su persona. Ay, si viniésemos con manual de instrucciones...


Lupin, 2021


martes, 22 de junio de 2021

Somos seres sociales

Pasar 24 horas sin hablar con nadie se me antoja imposible, pero creo que no soy la única. ¿Es adicción al contacto constante o a las luces y notificaciones varias?. Ese sentimiento de soledad en un primer momento puede resultar doloroso, más tarde eres consciente de ello pero ha desaparecido el dolor. Y supongo, que un día lo das por hecho y ya está. Nuestra condición de seres sociales nos hace no ser sin el otro, y buscar siempre relacionarnos con personas. Aunque no sean las propicias ni la situación sea la idónea.

Quizá todos debiéramos pasar por un retiro autoimpuesto durante un par de meses. Yo me imagino el mío en una cabaña muy pequeña, toda de madera y con un porche, con una silla y una mesa redonda, ambas desconchadas por el paso del tiempo y desde el cual desayuno mientras amanece y leo antes de que anochezca. Un sitio con un olor especial y en el cual poder estar en contacto con la naturaleza (conforme escribo esto me doy cuenta de que suena a topicazo, pero no puedo evitarlo. Lo siguiente será meterme en booking y empezar a buscar...). Porque sí, creo que es mi momento. 

Además, es verano y son vacaciones...


Perdición, Billy Wilder, 1944


lunes, 21 de junio de 2021

Virtudes y defectos

Durante los últimos días he entrado en contacto con una parte de mí que creía sino muerta, en un letargo inmutable. La Laura divertida, espontánea y segura de sí misma ha vuelto. Y eso me gusta. Supongo que todo es cuestión de perspectiva, y de rodearte de la gente adecuada.

Por otro lado, soy consciente de que todavía me queda mucho camino por recorrer. Las inseguridades siempre están ahí, para aparecer en momentos bajos, como acecha el león a su presa, paciente y silenciosamente. Al fin y al cabo, todos tenemos nuestros defectos y nuestras virtudes (la diferencia, quizá, es que a los treinta y pico uno ya es consciente de ellos).

La situación actual ha agudizado esa inseguridad y ansiedad social. Y esto hace que no sea 100% yo algunas veces (a todos nos gusta gustar, ¿verdad?). Un buen consejo sería atreverse, ponerse en situaciones que a priori nos dan respeto. En definitiva, salir de nuestra zona de confort. Espero que, los que estéis como yo, le deis una vuelta. Os prometo que funciona.



Eyes Wide Shut, Stanley Kubrick, 1999.


domingo, 20 de junio de 2021

Pasión

Creo que en esta vida hay que atreverse. A veces está demasiado claro. Y ésta era una de las veces. Él me miraba, con ojos de niño travieso. Y yo, divertida, entré al trapo como se suele decir. Supongo que también me gusta jugar...

Esos ojos me dicen muchas cosas. Me dicen que hay pasión, ganas de vivir y de divertirse. Pero a la vez, me dicen que se van a adaptar a mis deseos, siempre con respeto y con cariño (¿Hay algo más excitante que eso?).

Y tengo que deciros que, después de hablar con él, confirmé todo lo que me había imaginado y mucho más. ¿Os ha pasado que, en una conversación, termináis las frases del otro y viceversa?. Para alguien como yo, que vive por y para las palabras es casi como un orgasmo (No es comparable, lo sé, pero para una primera cita no está mal).


Cruella, 2021


viernes, 18 de junio de 2021

Primavera en Madrid

Os voy a hablar del chico con el que quedé ayer. Es tal y como me lo había imaginado (aunque le había visto en persona, no habíamos hablado, era una cita a ciegas como tal). Es ese tipo de chico masculino, seguro de sí mismo, con iniciativa. De esos que te dejan pasar delante y te miran el culo (en plan bien, no me malinterpretéis). Es esa actitud la que hace que las chicas nos derritamos.

Probablemente no sea para mí, por muchos motivos. Pero la química se palpaba en el ambiente. Las horas pasaron como minutos, no podíamos evitar tocarnos. Nos besamos. En los besos se intuyen muchas cosas. Cerramos el bar y paseamos bajo la lluvia... Fue un momento mágico y perfecto.

Ahora no paro de pensar en su j***** sonrisa y su acento y su timbre de voz (ya sabéis mi obsesión por eso, deformación profesional, sin duda). Supongo que... acabo de coger un cucurucho (Solo para fans de Friends).


Friends, La Reunión (Solo estamos en junio, pero ésto ha entrado en el top del 2021)



miércoles, 2 de junio de 2021

Vértigo II

Vértigo es la palabra con la que mejor puedo expresar lo que sentía al verte. Era algo que no podía controlar. De repente sentía como si el suelo temblara bajo mis pies y, bajo tu influjo, comenzaba a temblar de forma incontrolada. Lo que era, hay que decirlo, bastante vergonzoso (no sé hasta que punto se me notaba, porque intentaba disimularlo con todas mis fuerzas).

Así pasé años.

Te evitaba por ese motivo. Y, aunque era consciente de que quizá transmitiera indiferencia, el simple hecho de mirarte y saludarte casi me hacía enfermar. Yo, que había llegado a la conclusión de que el amor a primera vista no existe. De que era adulta y dueña de mis emociones. De que no me iba a enamorar así nunca más.

Tengo que decir que, aunque no ha habido nada entre nosotros, algo sí ha cambiado. Has bajado de las nubes donde yo te imaginaba, al lugar que nos corresponde a los humanos. Después de textear por unos días me he dado cuenta de que te han dicho demasiadas veces que tienes unos ojos preciosos. Y que tu sonrisa ha roto ya varios corazones. Supongo que lo bueno y malo de los treinta y pico es que estás un poquito desengañado...

¿Debo tropezar en esta piedra?

Continuará

    Un Mundo Feliz, de A. Huxley. 


sábado, 22 de mayo de 2021

Renacer

Este blog nació como vía de escape: necesitaba dejar salir pensamientos que me atormentaban. Con el tiempo, encontré satisfacción en escribir de una determinada forma, la cual definiría como armoniosa. También me he dado cuenta de que mi estado anímico tiene que acompañarme. Si no encuentro motivación, no puedo escribir.

El año pasado nos encerraron tres meses. Y fue duro. Pero no fue lo peor. Lo peor fue descubrir que nuestra vida y costumbres habían cambiado de una forma brutal e irremediable. Y que nada volvería a ser como antes. 

Muchas veces me pongo a pensar en la sucesión de acontecimientos. En como pasamos de una ignorancia absoluta a ser expertos en virus, síntomas y demás. Estamos viviendo nuestra propia película de terror. Y aún a veces, cuando voy por la calle, se me antoja demasiado hasta para mí (que, según mi madre tengo una imaginación desbordante), e intento pellizcarme para despertar de esta terrible pesadilla. Nos hemos sumergido en un miedo atroz, que ha anulado casi por completo nuestra capacidad para ser felices. Ha modificado nuestros hábitos y costumbres. Nos ha alejado de todo y de todos. En definitiva, nos ha cambiado.

He necesitado todo este tiempo para poder sanar, aceptar lo que no puedo cambiar y permitirme volver por aquí (con ganas). Me apetece mucho volver a plasmar en este diario público y eterno mis pensamientos, vivencias y reflexiones. Ojalá encuentre las fuerzas para hacerlo más a menudo.

Laura

Jane Eyre, Charlotte Brontë