miércoles, 2 de septiembre de 2015

Desaparecer

Contigo tuve una premonición. Nos vi como luego fuimos, la pareja perfecta, pero solo de cara a la galería. Y puedo decir que no han fallado mis ganas, quiero creer que tampoco las tuyas. Hemos vivido muchas cosas juntos, tan cerca y tan lejos a la vez. Me has visto crecer, caer y levantarme. Reponerme y volver a caer en tus brazos... una y otra vez. Si no fue, ya nunca más será.

Alejarme 800 kilómetros de ti no ha sido suficiente, tu siempre formarás parte de mi. Pero ya no eres el de antes, ya no me haces falta. Tan jodidamente simple.

He dejado atrás todo lo que creía (erróneamente) que era responsable de mi felicidad. Personas, situaciones, lugares. Es sencillo dejar la puerta semi-cerrada, pensar que le tienes, de alguna forma. (Engañarse a uno mismo siempre es más fácil). Puede sonar absurdo, pero me siento limpia, libre, como si hubiera vuelto a nacer. Después de todo, sin nada que perder se siente alivio y paz.



Nirvana


Ahora lo sé, desaparecer no es la solución. 

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