Quizá el error es intentar cambiar a las personas. Cada uno tenemos nuestras costumbres, más o menos arraigadas. Respetar el espacio de cada uno es clave para que no muera el amor. Él es feliz así, y seguirá siéndolo aún cuando yo me haya ido.
Cada persona vive las relaciones a su manera. Para algunos es una salida, un alivio de su día a día. Para otros, es mucho más. Construir algo, formar parte de ese algo.
Hablar. De todo y de nada. Cosas que creía olvidadas, que se habían oxidado en mi memoria y cosas que jamás pensé contar a nadie por vergüenza, miedo o qué sé yo. Eso quiero.
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