Sé que puede parecer absurdo, nadie quiere dañarse a sí mismo por voluntad propia. Pero a veces las personas necesitamos demostrarnos a nosotras mismas de lo que somos capaces, creo que en la adversidad es donde realmente crecemos y maduramos. Y yo sentía que tenia que alejarme para descubrir de lo que soy capaz. De la suerte que tengo, de todas las pequeñas grandes cosas que antes no valoraba lo suficiente. De los recursos y potencial que desperdicio (y desperdiciamos) cada día. De lo afortunados que somos cultural, social y económicamente.
Al final lo que quedan son los conocimientos, lo material es prescindible. Tengo una maleta enorme llena de cosas que no necesito; resulta increíble descubrir lo poco que necesitamos para vivir.
"La flor que crece en la adversidad es la más hermosa de todas", Mulán (1998)
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