Cuando me dan ganas de abandonar, intento no pensar. Algún contenido audiovisual, o incluso un libro de temática superficial. Cualquier hobbie va genial, igual que la música rock bien alta. Las ganas de salir no llegan, pero hay que desinhibirse al estilo siglo XXI, con mucho alcohol y otras drogas blandas.
Todo muere pasado un tiempo. Y a veces, si lo haces muy mal, el sentimiento que queda es negativo. No diría odio, pero en cualquier caso contiene repulsión. Y aquí estamos, intentando salvaguardar nuestra fortaleza, ajenos al dolor ajeno. Buscando sonrisas para compartir en redes sociales, cada vez más lejos del otro aunque se pretenda tener más amigos que nadie. Paradojas.
A mi, como a Sabina, también me confunde la noche. Los demonios duermen por el día.
El maestro Sabina
No hay comentarios:
Publicar un comentario