viernes, 1 de junio de 2018

Desorden mental (II)

No estoy en mi mejor momento. Hace casi dos meses mis planes, preferencias y aficiones se vieron truncadas. Siento que no soy yo misma: sin ambiciones ni obligaciones, sin sentido ni finalidad, sin razón de ser. Cada vez es más complicado, cada vez cuesta más salir de la cama. 

La soledad es mi fiel compañera. Nada me inspira, nadie puede entenderme. No puedo evitar sentirme mal, y a la vez me siento mal por no saber gestionar estos sentimientos. ¿Por qué intentáis quitarle hierro al asunto? ¿Por qué insinuar mi imprudencia? Ya es bastante con mis propios tormentos y tsunamis mentales...

¿Hasta cuándo? El destino es caprichoso, y el hecho de que no exista una fecha para mi recuperación me coloca en una posición incómoda y de desventaja. Sospecho que no exista cura y que no pueda volver a correr, practicar Pilates, o hacer el pino (¿Por qué echamos de menos cosas que nunca solemos hacer?). Quiero dejar esta etapa atrás para volver a reír a carcajadas, divertirme y, sobre todo, ser feliz.



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