jueves, 14 de mayo de 2015

Cambios

En el fondo ambos lo sabíamos: nuestra relación ya era lo bastante complicada, no sobreviviría a la distancia. Sigo pensando que distancia tiempo son dos factores circunstanciales, sin embargo todo cuenta en el sumatorio final, y a veces la ruptura llega con una discusión absurda sobre algo tan trivial como puede ser encender el aire acondicionado o no. Estamos en constante cambio. Incluso aunque no nos movamos, aunque adoptemos el rol pasivo (es decir, eludir todo tipo de conversaciones o acciones que conlleven un cambio, un paso hacia delante o hacia atrás). Incluso así, habremos cambiado con el paso del tiempo (digamos, yo que sé, seis meses por ejemplo).


Mariposa Blanca, W, Mosley.


El tiempo vuela, los momentos despreocupados y felices se difuminan, la rutina mata. Y yo no se vivir entre grises, yo soy o contigo o sin ti, pero no me conformo con algo a medias. Podríamos decir que en los peores momentos uno saca lo mejor de si mismo, y en mi caso es verdad, he sobrepasado una enorme barrera y ya no me da vértigo mirar hacia delante, porque sé que podré con ello como he podido con todo lo demás.
Me gustaba la forma en la que hacíamos las cosas, nuestra extraña conexión. Ambos complementábamos al otro, no necesitábamos más que una peli en el sofá y unas cervezas. También había conversaciones, en el coche, en la cama, al salir de la ducha... Por un lado creo que nunca llegaste a ser completamente mío, por otro creo que nadie me ha llegado a conocer tan bien nunca.

Tengo miedo de lo que pasará cuando vuelva, de enfrentarme al lugar que me corresponde, de que nada sea como antes (soy consciente de que todo habrá cambiado) y en definitiva, de no saber estar sin ti. 

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