viernes, 26 de diciembre de 2014

Indiferencia

Ésta es otra de las lecciones que la vida me tenía preparada: nadie muere por amor y, de verdad, el tiempo lo cura todo.

Y es que, después de adorarte durante lo que parecieron mil años, de sentirme la persona más desdichada del mundo, de llorar tu actitud hacia mi, me he dado cuenta de que me das igual.

Recuerdo momentos bonitos, pero eso es lo menos. El dolor que en otro tiempo sentía al verte ahora es una mezcla de indiferencia y de asco. Lo pasé mal pensando en lo que podía haber sido. Ahora estoy feliz, y con la conciencia tranquila, porque yo sí lo intenté.


Bansky


Por supuesto, en este juego del amor cada uno tiene su versión, y yo tampoco me quedo atrás, tengo mi parte de culpa. Pero martirizarme por los errores que cometí no cambiará el hecho de que nos hemos perdido, algo se rompió y no se puede pegar con loctite. Asumir esto me ha costado años, pero tenían razón: no hay nada como sentirse libre.

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