martes, 16 de diciembre de 2014

Tu olor. Tu sabor. Tú.

Foto de National Geographic


No quiero darle más vueltas de las necesarias, odio hacerlo. Te adoro, y eso debería bastar. Sé lo que hay desde el primer día, sé lo que tengo y lo afortunada que soy por tenerlo. También que hay días malos y discusiones.

A veces las cosas no son fáciles, pero quiero saber que vas a contar conmigo para lo malo además de para lo bueno, y que vas a pensar en mi cuando necesites desahogarte o, simplemente, evadirte del mundo y no pensar en nada.

No me hago a la idea de no volver a besarte. Cuando me miras a los ojos me siento especial. Cuando me acerco a tu boca, noto una corriente de energía eléctrica, mis sentidos se agudizan y noto como mi cuerpo empieza a temblar... De placer, de nervios, de ganas. El calor que desprenden tus labios hace que mi temperatura aumente de forma exponencial, y el olor de tu piel es afrodisíaco. Pero cuando nos besamos... Uff. Cuando nos besamos el mundo se para, solo estamos tu y yo. Y lo demás, está de más.

Dedicado a  -A

No hay comentarios: