viernes, 28 de noviembre de 2014

Describirte

Hoy me apetece hablar sobre tu cuerpo. Ya que no puedo tenerlo, al menos me recreo recordándolo.
La armonía reina en él como si de una melodía perfecta se tratase. Dulce, suave, atemporal. De color ligeramente tostado y con un aroma que impregna todo lo que toca. Terso, fuerte, inabarcable. Firme de la cabeza a los pies, y con ese aire romano. No podría elegir una parte favorita. Adoro la forma de tus hombros y brazos, musculados. También tus caderas estrechas y tus piernas férreas, y duras, y perfectas como si fuesen la obra de un escultor.





Estar entre tus brazos es una sensación maravillosa, casi tan intensa como la de perderme en tu mirada. Que tu olor se impregne en mi ropa y en mi pelo hace más llevadero el hecho de separarme de ti. Despertarte a besos, hacerte reír, buscarnos debajo de las sábanas, cantarte mientras cocinas...

¿Qué por qué te quiero, preguntas?

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